Acaba de salir una reseña del libro Historia contemporánea de Japón de José Luis Rodríguez Jiménez, escrita por Sara Núñez de Prado (autora también de la casa) en la Revista Historia y Comunicación Social (UCM).
Rodríguez Jiménez, José Luis (2020): Historia contemporánea de Japón. Madrid: Síntesis, 314 páginas. ISBN: 978-84-1357-037-2.
El historiador del presente, José Luis Rodríguez Jiménez, incursiona con este atractivo libro en una temática que no le es habitual, pero lo hace con la misma maestría de siempre y aportando conocimiento a un tema que en general ha sido poco tratado por la historiografía española, pudiendo encontrar fundamentalmente traducciones de otros idiomas, pero no muy abundante producción en lengua española.
En este trabajo el autor realiza un interesante viaje por el Japón contemporáneo, país que a los españoles en general nos resulta bastante desconocido, y que gracias a las páginas de este libro, que recogen prácticamente todos los temas que pueden resultar de interés a un lector curioso, podemos acercarnos, no solo a los hechos históricos, sino también a otras cuestiones, menos científicas, pero muy llamativas, acerca del país del Sol Naciente. De ahí, que uno de los grandes aciertos de este texto sea el buen equilibrio que existe entre lo académico y lo divulgativo. Así, a lo largo de todas las páginas del libro, queda patente el buen hacer de José Luis Rodríguez como historiador y también como escritor, regalando al lector páginas escritas con rigor, pero a la vez con un lenguaje llano y ameno que permiten una lectura fluida a lo largo de toda la obra.
Rodríguez Jiménez parte, muy acertadamente, de una realidad que ha determinado la historia de Japón desde los tiempos más remotos hasta la actualidad. Y ello es su condición insular, unido a la posición geoestratégica de que disfruta, que le sitúa junto a un poderoso vecino, como es China. Y también las dos Coreas. Ahora bien, como el autor nos recuerda, Japón a lo largo de su historia nunca ha sido invadido, lo que le ha permitido desarrollar una característica importante del pueblo japonés, como es su considerable homogeneidad nacional y racial, a pesar de haber sido forzado a su apertura al exterior. Y a pesar, también, de la presencia estadounidense después de la II guerra mundial, que determina en gran medida el salto a la modernidad de este gran país dividido en miles de islas y hasta esos momentos muy apegado a las tradiciones. Llama la atención, precisamente, que habiéndose realizado dicho salto a la modernidad obligado por las circunstancias y de la mano de un país extranjero, el Japón actual haya sabido asumir como propio ese obligado salto hacia una modernidad con altos
tintes de occidentalización, a la vez que no ha perdido su esencia propia, que sigue manteniendo viva.
Sin quitarle interés al conjunto de la obra, lo más atractivo del libro probablemente se encuentre en su parte final, dedicada al Japón actual y en donde destacan algunos apartados sobre los demás. Por ejemplo, es muy interesante el repaso que hace el autor sobre la cultura japonesa, huyendo de los lugares comunes típicos y propios del conocimiento superfluo y centrándose, con acertado discernimiento, en obras y autores
nacionales importantes y determinantes en la cultura nipona. Pero no son solo la literatura o el cine, artes muy populares en todo el mundo, las que centran la atención de Rodríguez Jiménez, sino que también nos ofrece un panorama general de otras disciplinas propiamente japonesas, como son el manga y el anime. Populares en
ciertos sectores sociales, pero poco conocidas para la gran mayoría de la población occidental, que se queda con la superficie de lo que son los dibujos animados, sin penetrar en el fondo y herencia cultural que recogen en la mayoría de las ocasiones.
Los apartados dedicados a la soledad y los que explican la fuerza de la naturaleza también marcan una diferencia considerable con otros trabajos que en lengua castellana se han escrito sobre Japón. En ésta última parte el autor a la vez que se pregunta si el peligro para el país nipón es sólo la naturaleza, también se responde a sí mismo recordando que además de la bravura de ésta, no puede olvidarse que el fenómeno del cambio climático ha tenido mucho que ver con la acción humana. Incluye asimismo una reflexión final que puede sintetizarse en la acertada afirmación de que hay que estar alerta ya que el modelo de crecimiento podría aliarse con la fuerza destructiva de la naturaleza para dañar a la sociedad.
En definitiva, este libro, que pertenece a una acertada colección que ha puesto en marcha la prestigiosa Editorial Síntesis sobre temas de historia actual, es uno de los ejemplos del trabajo de los nuevos historiadores españoles que con acierto y maestría están incursionando en unas temáticas que hasta hace poco tiempo llegaban al público español fundamentalmente por medio de traducciones.