Compartimos una reseña elaborada por Roberto Sanz Ponce del libro Educación emprendedora de Antonio Bernal Guerrero, publicada en Revista española de Pedagogía.
Extracto de la reseña
La sociedad actual, caracterizada por su volatilidad, su incertidumbre, su complejidad y su ambigüedad (VUCA), tal y como la define el profesor Zygmunt Bauman, requiere de ciudadanos con una serie de habilidades, conocimientos, actitudes y comportamientos adecuados para afrontar los problemas, retos y desafíos del siglo XXI y, de esta manera, poder interpretar, comprender y transformar la realidad social. En ese sentido, desde la celebración del Consejo de Europa de Lisboa (2000) hasta la actualidad, se han ido realizando e implementando una serie de políticas, convenciones, regulaciones y programas, tanto a nivel internacional como nacional, en los que se ha ido promocionando la cultura emprendedora como una de las posibles respuestas a todos estos desafíos planteados por la sociedad del conocimiento. De todas estas iniciativas surge la necesidad de implantar una educación emprendedora. Esta necesidad se plasma, a nivel nacional y educativo, en la incorporación de la competencia emprendedora en las últimas leyes de educación (la Ley Orgánica de Educación [LOE, 2006] y la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa [LOMCE, 2013]), las cuales muestran una preocupación creciente por la introducción de esta realidad en la formación básica y obligatoria de todos los estudiantes.
Los autores de esta obra presentan una concepción de la competencia de emprender como algo más amplio que el simple desarrollo de la dimensión económica y/o empresarial. Se trata de un nuevo enfoque teórico de la educación planteado desde una perspectiva humanista. Por ello, esta visión atiende, también, al desarrollo de una serie de valores personales y sociales orientados a la construcción de proyectos vitales, valores que permitan la construcción de una verdadera identidad emprendedora. Se trata de aproximar la cultura emprendedora, el mundo de la empresa o de los negocios a la escuela y a la práctica educativa, mediante la creación de comunidades de aprendizaje conjuntas, donde se desarrollen ciertas cualidades personales entre el alumnado: autoconfianza, liderazgo, resistencia al fracaso, creatividad, innovación, optimismo, iniciativa, autonomía, responsabilidad y madurez personal. Cualidades que denotan una clara preocupación por una educación emprendedora entendida como un proyecto de educación humanizadora.
En esta obra se aborda el fenómeno emprendedor desde una visión holística, en la que no se pretende desarrollar únicamente un repertorio de habilidades y un conjunto de conocimientos en torno al tema —como se ha dicho—, sino que se persigue implementar una visión ética, cívica, cultural, social y personal del fenómeno emprendedor, tomando como base y resorte para la construcción de una cultura emprendedora la educación en los niveles no universitarios. Se persigue, por tanto, una educación que mejore el desarrollo personal de los estudiantes y tenga impacto en el ámbito social.
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