Nos es muy grato publicar la reseña que recibimos de Carlos Solaz Jiménez (@Historia_global) sobre el libro “Las guerras púnicas”
La obra escrita ha sido elaborada por el catedrático de historia antigua Pedro Barceló, natural de Vinaroz (Castellón), cuya trayectoria profesional es realmente amplia y variada, destacando su trabajo en diversas universidades alemanas, como la de Heidelberg o la de Potsdam, entre otras. Sus investigaciones han abordado gran parte del mundo clásico, tanto en Grecia como Roma, desde un punto de visto político, militar o biográfico.
A lo largo del escrito se nos muestra una imagen global y cronológica de las tres grandes guerras púnicas (264-146 a.C.), en las que se enfrentaron las dos grandes potencias del mediterráneo antiguo, estas son, Cartago y la República Romana. La rigurosidad interpretativa del autor mediante el manejo de las fuentes primarias (Polibio, Tito Livio, Plutarco…) otorga un aire de frescura a la exposición de los contenidos académicos, favoreciendo la comprensión y la asimilación de los conceptos u hechos planteados, sin abandonar el carácter técnico o formal.
¿Qué podemos ver en el libro? Un análisis reflexivo de las dinámicas bélicas acontecidas durante este periodo. Si hacemos un breve recorrido por la información, nos encontramos con un primer enfrentamiento ubicado en Sicilia y de carácter fundamentalmente marítimo, a raíz del cuál se configurará la hegemonía romana en el Mediterráneo. Seguidamente, una segunda lucha protagonizada por los éxitos iniciales de Aníbal Barca (Trebia, Trasímeno, Cannas…), pero el resultado final se decantará por el bando romano tras la derrota cartaginesa en la batalla de Zama, destacando el papel del general Publio Cornelio Escipión. Por último, el tercer conflicto supuso la destrucción total de la ciudad de Cartago, reduciendo su población a un régimen de servidumbre.
Como conclusión personal considero necesaria la lectura de la obra para aquellos lectores interesados en la historia militar del mundo antiguo, ya sea, desde una perspectiva erudita o por el contrario, como pasatiempo para aquellos que quieran profundizar o adentrarse de una forma superficial en esta temática. Por último, me ha sorprendido gratamente la fluidez de la redacción, haciendo realmente amena la lectura.