Una competencia que no se ha adquirido no se puede enseñar. Tampoco es posible la calidad de enseñanza en ausencia de bienestar docente. El y la enseñante deben disponer de recursos personales para autorregularse y gestionar los grupos humanos con los que conviven, de modo que puedan promover un desarrollo integral en su alumnado.
Este libro está dedicado, desde la admiración, a todas las personas docentes en activo y en formación, comprometidas con su trabajo, que promueven el bienestar de la comunidad implicada y que nunca se conforman con menos. A aquellas personas que entienden la importancia de la inteligencia emocional en su día a día pero que nunca tuvieron ocasión de ser formadas –de acuerdo con la investigación empírica– en esta disciplina.
Tratando de dar respuesta a esa carencia de formación docente, este manual ofrece claves en torno a qué competencias personales enseñar, y mediante qué metodologías, para conseguir la efectividad educativa con bienestar. También incluye una propuesta para la formación de competencias personales en docentes.